(222) 237-2536 y 237-2234
La NIF C-3 que entró en vigor el 1ro de enero de 2018, nos trae nuevos conceptos con los cuales debemos irnos familiarizando.
Esta NIF introduce el concepto de «activo financiero», que lo define como un activo monetario que surge de un contrato.
De acuerdo con el párrafo 31.1 inciso c) de la NIF C-3, el contrato es un acuerdo (oral o escrito) entre dos o más partes que crea, modifica o extingue derechos y obligaciones que deben cumplirse.
De conformidad con la NIF B-10, en su párrafo 3 inciso d), «las partidas monetarias son aquéllas que se encuentran expresadas en unidades monetarias nominales sin tener relación con precios futuros de determinados bienes o servicios; su valor nominal no cambia por los efectos de la inflación por lo que se origina un cambio en su poder adquisitivo…»
Derivado de lo anterior, debemos considerar que un activo financiero (cuyo valor nominal no se ve afectado por incrementos de la inflación) es un derecho que surge de un contrato (oral o escrito) el cual otorga recursos económicos monetarios (dinero) a la entidad (persona física o moral), por lo tanto, un activo financiero incluye a las cuentas por cobrar, tales como clientes, deudores diversos, impuestos por recuperar, préstamos a empleados o a partes relacionadas, reclamaciones a compañías aseguradoras y cualquier otro derecho de cobro que tenga la entidad.
Fundamento técnico contable: NIF C-3
